miércoles, 17 de enero de 2018

El plan B de las cosas




Nota: No hay nada más inútil que relamerse en heridas del pasado o lamentarse del porqué haber tomado un camino y no otro, o si hubiera hecho esto ahora tendría aquello o qué hubiera sido de mi vida si... Y no hay nada más útil que aceptar las condiciones del momento presente, entonces, ¿para qué conocer los mecanismos ocultos que sin mala fe ni errores de tu parte trastocaron tus planes si ya es "agua pasada"? Esta publicación viene a cubrir aquella parte de la naturaleza humana que busca conocer las cosas, no tiene implicaciones moralistas ni siquiera etiqueta de psicología. 

Primera Parte

Hechos

1. La sensación de estar viviendo una vida equivocada. Usar la expresión 'no ha salido bien ¿en qué he fallado?'. El hecho de crecer y actuar en un entorno hostil. Las casillas paralizantes del juego de la oca de la vida. En el plan A el error 404, no existe.

2. Plan A: Es la forma en que las cosas tendrían que pasar.
Es el resultado deseado, el fruto de las acciones y omisiones activas que originariamente fueron deseos y proyectos. El flujo de sucesos desde la fuente al fin es apacible. Sin sobresaltos ni diques de contención.

3. Cuando tenemos la sensación de haber equivocado la vocación estudiantil, porque elegimos Ciencias en lugar de Humanidades, o si fuéramos de Humanidades, haber optado por Filosofía en lugar de Derecho.
El plan A ha fallado, surge el plan B.

4. El plan B genera alertas de insatisfacción o de vacío cuando vivimos resultados que no cubren nuestras expectativas.
Se pueden tomar o no medidas, reacciones y planes para adaptarnos o enfrentarnos a las situaciones, o vagar como un tronco a la deriva. Las dos opciones son válidas. Nunca se sabe cuándo alguien debe actuar o no, no hay que inmiscuirse en lo que tienen que vivir las vidas ajenas, puede tener sentido. Júzgate o preocúpate de ti en primer lugar antes.

5. No confundir el plan B con la reacción natural de castigo al daño que nos creamos a nosotros mismos, como poner la mano en el fuego, darse un martillazo o atiborrar de grasas el organismo. Son acciones voluntarias. Tampoco confundir el plan B con el tzim-tzum o resistencia natural de las cosas a la consecución de nuestros fines y el esfuerzo necesario, como la espada templada al fuego, el cuarzo sometido a gran presión o el estudiante que quiere ser médico. O aquellos que queriendo mejorarse a si mismos atraen situaciones duras sin desearlo, pero necesarias para curtir el cuero del alma. 

6. 'Tuve que haberme casado con Isabel y no con Raquel. Tendríamos que haber vivido en Madrid y no en Londres. Y además desde ahí todo va de mal en peor'. 
En ocasiones unos males originan otros en cadena. Aparece la ley de atracción y se cumple aquello de "a perro flaco..." o "lo poco que tengas te será quitado aun".



Recapacitando

7. En la historia del mundo no ha habido un solo evento que haya sucedido en el modo en que se suponía que tenía que suceder. 

8. El caballo de Troya no tuvo que ser aceptado como regalo, los persas no deberían haber pasado por las Termópilas por mor de una traición a los espartanos, ni Helena raptada, ni Zeus enamorarse de Deyanira. 

9. A nivel más escatológico y simbólico, Caín y Abel pudieron llegar a un acuerdo amistoso, dialogando. El diluvio universal fue el plan B del Creador debido a que la creación se desbocó del plan A y todo fue ahogado, con excepciones. 
Más: el entramado de Esau y Jacob, los mellizos diferentes y el romance con Lea.
José, el faraón y sus hermanos. El éxodo del pueblo hebreo, en el momento más culminante para ellos, la entrega de la Torá, la gente comete un gran error con un estúpido becerro de oro: contraptoducente a tope. Ese becerro no estaba en el libreto.
No tomes la Biblia al pie de la letra. En esta ocasión alguna historia encarta y viene a colación, en otras, acudiremos a otras fuentes o prados, de India o de China, Arabia o Israel para hallar pistas. La ignorancia y el sectarismo hace que la mayoría anide en sus ramas despreciando a otros, aferrándose a solo una parte del elefante de la verdad.

10. Parafraseando al autor de Trayendo el cielo a la tierra:
Hubieron mundos en los que Adán y Eva se portaron bien. (¿universos paralelos?) y ni siquiera tocaron el fruto de ese árbol. Donde Caín fue el mejor amigo de Abel durante toda su vida. Donde Esau se casó con Lea y sustentó a su hermano menor Jacob, para que pudiera llegar al nivel de iluminación espiritual trascendental meditando en el desierto. Toda la gente era muy buena y agradable, el mundo estaba lleno de luz, y el mal no tenía lugar. Esos mundos en la imaginación de Dios eran perfectos. (plan A)







Solución
El pianista y la partitura

11) En el argot cabalista hebreo se puede decir que hay un libreto, pero nunca se representa. Es por esto que la Torá empieza con la letra Bet (ב ) la segunda letra del alfabeto hebreo... quizá porque todo en este mundo es de acuerdo al Plan B.
Estudiando la narración simbólica de los seis días de la creación verás que no pasó un día sin que algo no fuera como tendría que ser.

12) Estos mundos en la gran imaginación del Creador, del Todo es Mente, de la Inteligencia universal eran todos el Plan A. Como somos imagen y semejanza suya, nuestra imaginación crea planes A, donde todo sale a pedir de boca.

13) El mundo real está investido de una Consciencia infinita, guardada en los confines de seres frágiles que dan un paso y se caen de cara, donde las leyes de Murphy tienen más credibilidad que las leyes de Newton, donde el amante descarriado se casa con Raquel en lugar de con Isabel y donde todo el progreso en la vida y en la historia no son nada más que grandes rescates de grandes errores.

14) Parece ser que un mundo donde el plan A se cumple no existe germinación, desarrollo de las potencialidades... ¿Por qué el Universo actúa así sobre todo con los seres humanos y la Naturaleza tan castigada en nuestros días?

15) La respuesta es que hay algo más profundo que el Plan A o Plan Maestro... No hay solamente un libreto, hay un autor. No solo hay una partitura: hay un músico.

16) Ejemplo: pasas por un lugar y escuchas un piano sonando. Te detienes a escuchar. Piensas que quizás no es un piano que está sonando... quizás es un pianista que está tocando.

17) ¿Cómo saber si estás escuchando a un piano o a un pianista? Oyes un poco más y entonces lo oyes: un error, la música se detiene. Una pausa. Se reanuda. Entonces se repite el mismo compás. Quizás una y otra vez. Y luego la música continúa.

18) Te das cuenta de que es una persona, no una música que sale de una radio. Hay alguien detrás de la música que se detiene y reanuda su composición. Esto toma una nueva profundidad.
Lo mismo con el Plan. Hay un principio inteligente, un Creador, no le pongas género masculino o femenino, hay una Persona universal detrás del plan o Partitura.

19) Si todo saliera conforme a la partitura sola, la música sería ininterrumpida, algo mecánico. No sabríamos del Pianista. No habría lugar para descubrirlo. Habría un Dios limitado por los temas y las tramas del Plan...

20) El Universo quiere que escuchemos al Músico, no a la música. Su aspecto libre y que está más allá de cualquier definición se revela así dentro de ese Plan. 

21) Esa es la oportunidad que aparece con cada fracaso, la oportunidad de llegar más profundo en la esencia de las cosas, de tu propio Ser, de la Verdad, de la realidad. El fracaso mismo puede ser algo desagradable, pero los frutos de corregirlo son más preciosos que el oro.

22) Por este misterio la declaración de la existencia de tu ser ha sido en este mundo, no en otro. Ahí está la sabiduría de la creación, de la belleza y de la Luz. La sabiduría de la sanación, de corregir los errores. Y eso toca al Músico mismo...
Aprovecha la situación: los ángeles seres perfectos puede que estén celosos de ti, solo viven y se mueven en el Plan A...

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