sábado, 24 de diciembre de 2016

Física y Magia: misterios de la Navidad

Sneguroshka (la Doncella de la nieve) y Santa (Дед Мороз/ Ded  Moroz, el padre del frío)


   A medida que los instrumentos científicos se sensibilizan van captando cosas que van dando la razón al sentido original de no pocas escrituras, leyendas y simbolismos muy antiguos. La aguja del segundero del reloj de las ciencias no para, de ahí la bondad de estar abiertos y no negar ni ridiculizar nada, como se daba en la Edad Media y se da también ahora en relación a lo porvenir, convirtiendo en soez cualquier postura cientista inmovilista.
   Lógicamente no existen Santa Claus, Papa Noel o los Reyes Magos: los regalos son repartidos por los seres queridos. Se dan muchos malentendidos por tomar al pie de la letra hechos simbólicos como ciertos relatos del Génesis, cuentos y tradiciones que meramente explican el funcionamiento de las fuerzas de la naturaleza, o bien procesos psíquicos.
«Somos capaces de leer un alfabeto, pero incapaces de leer una imagen: es el triunfo de la letra muerta sobre la imaginación» y «Lo propio del simbolismo es permanecer indefinidamente sugerente: cada uno verá lo que su mirada le permita percibir», dijo un tal Oswald Wirth.
(Para ahondar en la parte simbólica ver nota final después del primer video)
   
Se pretende en esta exposición demostrar que sería posible entregar cientos de millones de regalos en una sola noche, de acuerdo a la Física.
Luego, algo sobre el simbolismo de algunas historias de Navidad.
La fuente de esta info proviene de una conferencia dada a niños en un festival científico de navidad impartido en la Universidad de Exeter, por la doctora Katy Sheen
Ella explicó a los asistentes que el reparto de regalos a unos 700 millones de niños sería posible, adaptarse a las chimeneas y pasar sin ser visto, fundamentándose en la Teoría de la Relatividad de Einstein, que también explicaría el porqué Papa Noel no envejece... La misma Katy, a la edad de 7 años, movida por la curiosidad, escribió una carta a Santa Claus interrogándole a este respecto 😊
Alguien la contestó con un "es magia" a vuelta de correo...


Explicación

La mencionada doctora ha realizado este estudio en sus ratos libres, sin pretensiones de aparecer en revistas científicas o ser corroborada por sus colegas. Simplemente deseaba despertar el interés de los niños por la Física. 
En Inglaterra algunas aulas universitarias no son cotos cerrados para mayores de 18 años. Es una buena idea para que los peques no se sientan marginados por la edad, o encerrados en compartimientos estancos de un grado educativo a otro que tienen que derribar, sino una marcha tranquila y natural que no les provoque ansiedades. 
Se supone que un ser mágico pudiera desplazarse 200.000 veces más rápido que el atleta más rápido del mundo en la prueba de los 100 metros lisos. Santa y sus renos tendrían que viajar a unos diez millones de kilómetros por hora.
Se supone que contaría con el adecuado aprovisionamiento de combustible. Un extracto literal de la conferencia dice "However, he would certainly need a lot of fuel – so don’t forget his glass of sherry, a mince pie or two and some carrots for the reindeer!” "Sin embargo, sin duda necesitaría una gran cantidad de combustible - por lo que no se olvide de su copa de jerez, un pastel de carne o dos, y algunas zanahorias para los renos!"
Se supone y huelga extenderse aquí que usted ya conoce algo la teoría general de la relatividad.
A tamaña velocidad el rojo "cocacola" de la vestimenta de Santa pasaría al color verde, y a mayor velocidad, desaparecería de nuestra vista, pasando antes a ser visto como una mancha color arcoiris.
Su adaptación para bajar por las chimeneas se explica por el adelgazamiento o encogimiento que se da exponencialmente en la dirección en la que se desplaza. Esto tiene una pega: si se para a comer o beber algo de lo que se le suele dejar como presente, entonces, ¡volvería a su tamaño normal! y con lo gordito que está ni podría salir de esa casa. De ese modo se explica el porqué por la mañana permanecen intactas las ofrendas, la copita, el mantecado o el agua para los camellos, en el caso de la tradición española de los Reyes Magos de Oriente. (aunque el roscón o gallette tiene origen francés, y la haba sorpresa, alquímico...)
Ahora arribamos al efecto conocido como Doppler. Como la sombra es al cuerpo, el efecto Doppler relativista es a la Teoría mencionada, provocando que Santa cambie de color, debido a que las ondas de luz que liberara se aplastarían a una velocidad tan alta. 
El efecto Doppler también explica por qué los niños no pueden oír su llegada. A medida que Santa y su trineo se acercan, el sonido campanillero y sus hondos "ho, ho, ho, hoooo" se elevarían cada vez más (como el sonido de una sirena de ambulancia pasando) haciéndose luego completamente silenciosos porque se moverían en una frecuencia más allá del alcance auditivo humano.
De niño entendí esto por medio de un ejemplo con un tren, en la Enciclopedia de Ciencias naturales de la editorial Bruguera a la que me gustaba asomarme, pero hoy tenemos youtube... 
Vea este video:
(buen viaje y Feliz Navidad) 💖




Nota final
¿Sabía que Santa Claus tiene una esposa? Remontamos el río de esta tradición navideña hasta su origen en Rusia, hace más de dos mil años. En la imaginería popular él aparece acompañado por la joven Schneguroska (la doncella de la nieve). En otros países y cultura se perdió la figura femenina, algo "normal" en esta civilización patriarcal y macho-céntrica.
Esta historia representa la interacción de las eternas fuerzas de la Naturaleza. La diferencia de edad entre los dos tiene su razón de ser si desciframos lo que cada uno representa.
Ella es la inmortal hija de la primavera y del Anciano helado. Anhela la compañía de humanos mortales. La doncella crece junto a un pastor llamado Lel, pero su corazón es incapaz de sentir amor. Su madre se apiada de ella y le da el poder de amar, pero en cuanto se enamora, su corazón se calienta y ella se derrite...
El cuento completo puede leerlo aquí
Hay variantes orales y escritas que la convierten en nieta o en ayudante de Santa.
Hoy, inicio de la navidad convencional, conviene no pensar demasiado, en su lugar puede disfrutar viendo u oyendo este film basado en la ópera de Rimsky Korsakov "La doncella de la nieve"





domingo, 4 de diciembre de 2016

Yo no soy esa: biografía de María Magdalena


Biografía novelada de María Magdalena, traduccíón libre y personal de la obra The Magdalen Manuscript, por Tom Kenyon. Se ofrece parte del texto más abajo, pero antes, sea esta introducción como reflexión previa. 
Novelar es libre, el autor, presunto canalizador o contactado, tiñe de tantrismo el pensamiento de la nuera de María. Nos quedamos con los datos históricos y respetamos la imaginación de este señor. Hasta en los evangelios canónicos se reconoce la íntima familiaridad necesaria para, desde el pie de la cruz hasta el embalsamamiento, ser testigo de la resurrección y guardasalva de tantas enseñanzas susurradas al oído en la intimidad.
Lo que nos vale es el poder de yo no soy eso, una poderosa herramienta para despejar incógnitas que llevadas a su extrema interrogación tocan al Ser que llevamos dentro. 
En matemáticas o en la vida el despejar incógnitas sigue el procedimiento de desbrozar y despejar para que aparezca la solución, como cuando se limpia la selva y se descubriera una estatua oculta. 
Es semejante al neti, neti (esto no, esto no), el mecanismo pedagógico por excelencia para la obtención del conocimiento en las filosofías de la India. Todo lo que puede ser hablado, eso no “es”. Todo lo que puede ser pensado, todo lo que “yo” puedo detectar diferenciado, eso no es lo Real. Todo lo que puede ser categorizado a través de un nombre, nama, o de una forma, rupa, no puede ser el objetivo final de búsqueda. Se desarrolla de esta manera un modo de indagación, una especie de “duda metódica” que permite un acercamiento a la percepción intuitiva de la realidad.
El más alto grado de yo no soy eso determina la aparición por despeje del yo soy eso, algo posible y vislumbrable para cualquiera que franquee el templo simbólico de Eleusis, cuyo frontispicio rezaba "conócete a ti mismo", no mediante la profundización en las capas y sedimentos artificiales de nuestra personalidad, sino por la eliminación de las mismas.
Como dice Siddharameswar, maestro de Nisargadatta: No podemos describir quién es este “yo”, ni cómo es él. Si quieren una descripción del “yo” que se encuentra aquí, pueden pronunciar cualquier palabra del diccionario y yo diría “No es esto, no es eso”, sino que es lo que ilumina esto y eso. 
Si no comprenden, olviden las palabras y abísmense en el silencio profundo con el fin de encontrar quién es “yo soy”. 
Y este bello poema del mismo autor:


Del cuerpo no tengo conciencia, ni soy la conciencia del cuerpo.
No soy la estructura formada por cinco elementos. 
Ni soy esta doble existencia, ni tengo ningún nacimiento.
Sin forma y sin nombre, ni espacio, ni tiempo...
No soy lo visible, ni lo que es interno;
ni lo que se esconde, ni lo que parezco,
ni lo que se siente, ni el presentimiento.
No soy proyección ni deseo, ni otro movimiento.
No soy en la mente, imagen, recuerdo, 
ni nada que pueda captarse con el pensamiento,
no soy comprensible, ni abstracto o concreto,
ni nada que pueda encerrarse o asirse a ningún concepto. 
No soy perceptible, ni soy lo que encuentro.
¡Aquello que añoro cuando me despierto!
Ni lo que comprendo, lo que quiero o sueño;
Ni aún la ignorancia que hallaré en la cima del conocimiento.
Ni aquella esperanza, ni este destello;
Ni la mayor calma, ni la paz que anhelo.
Nada conseguible, nada pasajero,
nada asegurado, ni aún aquél amado ...profundo silencio.
No soy existencia, ni esto ni aquello,
Precepto o función, sujeto ni objeto.
Ningún agregado, complejo o compuesto,
ni algún derivado distinto, ni propio, ni idéntico.
Soy lo inconcebible, lo incomprensible, incierto,
Pleno y relativo, abstracto y supremo.
Principio contínuo sin fin ni comienzo.
¡No existo existiendo, sin no-ser despierto! 
¡Soy así de simple, global y absoluto, total y perfecto!
Plenamente autónomo, presente, concreto,
siempre inalcanzable: aquí y ahora eterno.
¡Así Yo Soy Eso: que no es ni será... 
que siempre está SIENDO!

María Magdalena dice "yo no soy puta" en el texto más abajo.

El encargado de la sala de calderas del infierno dice "aquí no quemamos a nadie por toda la eternidad".
El necio no es aquel que carece de un número determinado de conocimientos adquiridos (archivos grabados) sino el que juzga a la ligera y saca conclusiones precipitadas, con mayor inri si éstas se convierten en dogmas, asentidos con la cabeza sin más y creídos en el corazón sin más esfuerzo que dar crédito a lo que la autoridad correspondiente afirme. 
De tantas incongruencias surgen las guerras de fe, no pocos crímenes y mucha confusión, conductas y creencias irracionales.
Hechos inconexos y la malicia del desprecio al género femenino acusan a la de Magdala.
Malas traducciones originan malentendidos y hoax históricos, por ejemplo, la teoría de que en el infierno se queman vivas las almas sempiternamente, no cabe un dios más loco y cruel, equivalente a alguien que atrapara un insecto y manteniéndolo con vida, sujeto con un alfiler, fuera quemado por días, años y siglos. Ciertas iglesias lo dan como dogma de fe.
El infierno (gehenna) al que se refería Jesús para ilustrar su lenguaje parabólico con un ejemplo, era el basurero que siempre estaba ardiendo, eternamente. La basura o lo inservible llega, se consume y desaparecen sus formas, no arde para siempre. No faltan referencias en otras partes de la Biblia para referirse a los condenados como que "desaparecerán como pastos en llamas" o "ya no serán más".
Muchos pilares de la teología se asientan sobre estas arenas movedizas. De nuevo, los listillos de las tribus neóliticas crean a los dioses a su imagen y semejanza, y no al revés.




Extracto traducido de The Magdalen Manuscript:

Uno

Fui educada en el conocimiento de la magia.
Mi padre era de Mesopotamia y mi madre de Egipto.
Antes de que yo naciera ella había rogado
a Isis que la bendijera con una hija. Yo soy esa hija.
Y fui conocida como María Magdalena.

Cuando tenía 12 años fui enviada a estudiar
con una hermandad secreta de Iniciados bajo las
alas de Isis. Fui instruida en los secretos de
Egipto, las Alquimias de Horus y la Magia Sexual
del culto de Isis. Cuando me encontré con el que llamáis
Yeshua, había acabado todas mis iniciaciones.
Estaba preparada para el encuentro con él en el pozo.

Los Evangelios se refieren a mi como una prostituta,
porque todos los Iniciados de mi orden llevaban
un brazalete de oro que era una serpiente; y era sabido
que practicábamos la magia sexual;
y a los ojos de los Hebreos éramos putas.

Cuando vi a Yeshua y nuestros ojos se encontraron,
supe que habíamos sido destinados el uno para el otro.

Lo que voy a contaros no ha sido
conocido, salvo por aquellos que estuvieron conmigo.
Existen muchas leyendas sobre lo que sucedió.
Pero para mi es una historia del más profundo amor.

Lo que Yeshua tenía como visión del mundo no me compete.
Mi historia es una historia de amor.

Mucha gente seguía a Yeshua. Y las oportunidades
que tuvimos para estar juntos en solitario fueron muy pocas.

No está escrito en los Evangelios porque
nadie lo supo, sólo los más cercanos a nosotros.
Antes de que Yeshua fuera al jardín de Getsemaní,
concebimos una hija, y su nombre fue Sar´h


Dos

La historia que voy a contar parece fantástica.

Recuerdo los arrecifes de Maries de la Mer,
aunque entonces, por supuesto, no se llamaba así.
Fue el lugar donde nuestro barco atracó. Sar´h
era muy pequeña. No tenía un todavía un año.
Yo estaba rota de pena y desconcierto.

Estaba allí cuando Yeshua fue crucificado.
Le vi en la tumba y le amortajé con
su madre a mi lado. Recordaré siempre
el olor de la mirra. Fue uno de los ungüentos que utilizamos.

Yeshua se me apareció en su luminosa
claridad. No podía dar crédito a mis ojos y entonces
toqué sus heridas. Sus discípulos se sintieron celosos
porque había venido a mi primero.

Me resultaba muy extraño tener a mi amado transportado
a otra esfera, a otro mundo, mientras
yo y nuestra hija cruzábamos solas el Mediterráneo.
No estábamos seguras y tuvimos que abandonar
Egipto porque allí es donde habíamos ido.

Cuando cruzamos hacia las costas de lo que iba a ser
Francia era todo tierra desconocida.
Nos recibieron sacerdotisas del culto de Isis
y nos dirigimos hacia el norte bajo la protección de
los druidas, Isis los había hablado y habían escuchado
la llamada para proteger a su hija, Sar´h.
De este modo fuimos hacia el norte a través de otra gran masa
de agua hacia lo que iba a convertirse en Inglaterra.

Y allí se nos llevó en secreto al corazón más sagrado
de los Druidas, a Tor y Glastombury. Aunque estábamos
más seguras que en Israel o Egipto, la influencia romana
se extendía también a Inglaterra, y permanecimos escondidas.

Vivimos en esta zona durante muchos años,
y Sar´h se casó con un hombre cuyos descendientes
se convertirían en los Caballeros Templarios,
y yo me fui al norte hacia Gales
y viví junto al mar durante el resto de mis días.

Os contaré, que en aquellos años cuando vivía
sola junto al mar, Yeshua me visitaba a menudo.
Por supuesto, no era como antes, porque su cuerpo era
más energía que carne, más luz; pero en cualquier caso
era extraordinario estar con él de nuevo.

Cuando morí él estaba allí y me llevó hacia lo que
algunos llaman cielo, pero es sólo un lugar en el alma.


Tres

Comienzo mi historia en el pozo porque en muchos sentidos
allí es cuando comienza verdaderamente mi vida.. Todos los años
previos fueron de preparación para este encuentro.

Aquella mañana notaba que algo se removía.
una especie de excitación –un temblor en brazos
y piernas- antes incluso de que me encontrara con él.
Yo estaba ya en el pozo cuando él llegó. Había echado
ya mi cubo al pozo y él me ayudo a subirlo.
Algunos de los apóstoles vieron mi brazalete
de la serpiente de oro y suponiendo que era una puta
quedaron aterrados de que el Maestro pudiera ayudar
a una persona así.

Pero eso no me importó. Estaba en otro mundo,
transportada por los ojos de Yeshua.
Cuando nuestros ojos se encontraron fue como
si estuviera mirando hacia toda la eternidad
y supe que era aquel para quien yo había sido preparada
–y él también.

Seguí al lado de aquellos quienes le seguían,
y en los anocheceres salíamos juntos;
no cada anochecer porque él era constantemente buscado.

Yo, que estaba instruida en las Alquimias de Horus
y en Magia Sexual de Isis, era considerada muy avanzada
por mis maestros, pero por primera vez en los brazos de Yeshua,
era una mujer temblorosa, y tuve que luchar hasta encontrar
el sendero central a través de mi deseo hasta el trono
más alto, porque para ello era mi instrucción.

Yeshua y yo, utilizando las técnicas en las que había
sido instruida junto con los métodos que él había
aprendido en Egipto, pudimos cargar su Ka,
su cuerpo de energía, con mayor luz y fuerza,
de modo que él pudiera trabajar fácilmente
con los que venían a él. Y así fue.

Y todavía me parece irónico que los Evangelios
cuenten que yo estaba en el pozo cuando Yeshua
llegó, sin embargo todas aquellas noches cuando Yeshua
y yo estuvimos solos, él vino a mi pozo,
para tomar de mi los poderes de Isis, para desarrollarse y
fortalecerse él mismo.


Cuatro

Estoy ahora mirando todo esto como si
fuera un sueño y sin embargo, aún, tan vitalmente claro.
Mi corazón palpita cuando vuelvo sobre la historia
como si fuera ayer. Aquella primera noche con Yeshua
aparece en mi mente tan clara como los cielos sobre Jerusalén.

Después de que pude pasar a través de
mis deseos propios como mujer y de ascender
el camino hacia la alquimia espiritual en la que había sido
instruida, podía ver la forma del espíritu de Yeshua
ya luminosa, ya brillante de luz.

Una paloma estaba sobre su cabeza, rayos plateados
de luz desbordaban de ella. Los sellos de
Salomón, de Hator, de Isis, de Anubis y Osiris
estaban en su forma espiritual. Eran señales de que
había pasado a través de esas iniciaciones.
Había otros símbolos que no comprendí
porque venían de culturas que no conocía
o en las que no había sido instruida, pero de los sellos egipcios
que yo conocía, él estaba en el camino
del Alto Dios Horus.

Pero él no había pasado aún a través de su
Iniciación de muerte y supe en mi corazón
tembloroso que eso era por lo que yo había sido llevada
a él en este momento –para fortificar su alma con los
poderes de Isis y la Madre Cósmica de modo que
pudiera pasar por el portal oscuro y
alcanzar el Horus.

Aquella noche, después que hicimos el amor y
utilizamos y armonizamos juntos nuestros cuerpos espirituales,
habiendo comenzado entre nosotros la acción de la alquimia ,
Yeshua se echó a un lado para dormir. Cuando yo le tenía
en mis brazos, sentí un cambio dentro de mi, un deseo
de protegerle, un deseo de estar siempre con él,
y la intuición, como el filo de un frío cuchillo,
de que seríamos separados por fuerzas más grandes
que mi deseo.


Cinco

La Iglesia os habría hecho creer que yo era
una puta, pero ahora os digo que la Iglesia es
la puta, porque os habría hecho creer que
la mujer está manchada y que las pasiones sexuales
entre un hombre y una mujer son malvadas. Sin embargo
es aquí, en el magnetismo de la pasión, donde se crea
el útero de la ascensión.

Este secreto de los secretos era conocido por todos
los iniciados de Isis y sin embargo yo nunca hubiera imaginado
que sería aquella que lo llevaría a su más completa expresión
en unión con alguien como Yeshua.

Pero para aquellos que desean conocer el viaje
físico....después de la crucifixión de Yeshua, yo y María, su madre,
José de Arimatea, su hijo de doce años llamado Aarón y otras dos
mujeres jóvenes nos pusimos en camino del norte de Egipto.

Irónicamente nuestro camino nos llevó al este antes
que pudiéramos volver hacia el oeste y tuvimos que parar
para buscar provisiones a lo largo de la ruta ya que nuestro barco era
muy pequeño. Nuestro camino nos llevó a Malta y a
la diminuta isla de Oudish, de aquí a Cerdeña
y al extremo de lo que ahora es la Cinque Terra,
finalmente atracamos en Saintes Maries de la Mer e hicimos
nuestra caminata al norte a través de Rennes-le-Chateau
hacia el norte de Francia y cruzamos el canal hacia la actual Inglaterra.
Nos asentamos en Glastonbury durante algunos años, hasta que Sar´h cumplió doce.

Tras su duodécimo cumpleaños nos pusimos en marcha hacia
el sitio entre los arrecifes donde habíamos tocado tierra.
Allí, tan cerca de Egipto, como nos era posible ir de un modo seguro,
inicié a mi hija en el culto de Isis y la bañé en las aguas del Mediterráneo según las
enseñanzas que había recibido.

Después volvimos a Glastonbury, hasta
que Sar´h, mi hija y la de Yeshua se casó a la edad
de 16 años. Se unió a una familia bien conocida
cuyos herederos llegaron a ser los Templarios aunque
en aquel tiempo los Caballeros Templarios no existían.

La línea hereditaria de esta familia, a través de Sar´h,
fue llevada hacia los mismos Templarios. Cuando
Sar´h estuvo casada y segura en su nueva vida,
me marché al norte de Gales y viví en una pequeña
cabaña de piedra junto al mar durante el resto de mis días.

Detrás de mi cabaña pasaba un arroyo que bajaba de la colina
y me sentaba allí muchos días. Había veces que este arroyo
se dividía en dos, y los dos arroyos seguían uno al otro
y luego uno giraba a la izquierda y otro a la derecha.
Me sentaba allí entre ellos pensando sobre la corriente de mi vida
y de la de Yeshua – como, durante un tiempo, fluyeron juntas
y luego se separaron.


Seis

Recordaré siempre la primera vez que Yeshua
vino a mi después de su resurrección.

Había luna nueva y el cielo estaba claro.
Una niebla luminosa colgaba del brezo y todo estaba plateado
por la luz de la luna y de las estrellas. Vi aproximarse a mi
una figura sobre el sendero tortuoso que llevaba a mi cabaña.

Irónicamente, había salido para sacar agua del pozo y allí estaba él.
Era el mismo, aunque con un resplandor-inconfundible.
Mis ojos se llenaron de lágrimas; mi corazón palpitaba.

Corrí hacia él y paré en seguida, recordé
sus palabras justo después de su resurrección.

“No me toques aún”, había dicho entonces
“porque no he ascendido al Padre”

¡Oh, como yo, una iniciada de Isis, había anhelado
todos estos años mantener el recuerdo claro!

¿Qué significaban estas palabras?
Los cristianos han heredado sólo una parte de la verdad.
La mayor parte de ella está oculta en los misterios de la Gran Madre;
y dado que la Iglesia buscó privar de derechos a las mujeres y a todo
lo que es femenino, arrojó lejos esta verdad.

Y la verdad tiene que ver con el mismo cuerpo Ka
–lo que nosotros aprendimos como iniciados a llamar
el Doble Etérico o Gemelo Espiritual- porque
el cuerpo Ka cuando está cargado con energía suficiente
y vitalidad aparece como el cuerpo físico. Sin embargo
no está hecho de carne sino de energía en sí misma –energía y luz.

Y así cuando Yeshua vino a mi tras su resurrección
estaba en su Ka pero no estabilizado todavía
porque no había ido al Padre, es decir hacia
el Gran Espíritu de su propia alma. Así,
antes de que pudiera hacerlo,
tenía que pasar a través del portal de la muerte y viajar
a través del inframundo de su propio ser.
Hizo esto por dos razones tal como yo conocí.
La primera, como un maestro del alma, fue porque
hacer tal cosa trae un gran poder al Ka. Y la
segunda para abrir un paso a través de la misma muerte
de modo que otros pudieran seguirle y pasar
más fácilmente a través del mundo oscuro
siguiendo la estela de su luz.

Y así la primera noche que nos
reencontramos –lo siento ahora todavía vívidamente claro y
fuerte- mi corazón se llenó de alegría estando con
él de nuevo. Vino a mi esa noche justo antes de la medianoche
y se marchó justo antes de amanecer.

Durante aquellas horas estuvimos echados juntos, nuestros cuerpos Ka
se interconectaron de nuevo, sin necesidad de hablar.
Nuestra comunicación fue telepática. Y sin
el acto físico del sexo, el Poder de la Serpiente
dentro de él se unió al poder de la serpiente dentro de mi
y ascendimos hacia arriba a través de los caminos sagrados
de nuestras espinas dorsales hasta el trono de las coronas
de nuestras cabezas llevándome hasta un absoluto éxtasis y dicha.
Y así fue como sucedió durante muchos años.
Venía a mi de este modo varias veces cada año.
A veces hablábamos. La mayoría del tiempo
permanecíamos en unión.

Le pregunté donde estaba cuando no estábamos juntos.
Dijo que había ido a muchos lugares sagrados
de la tierra – que se había reunido con mucha gente
diferente. Dijo que estaba dejando un camino de luz.

Durante una de sus visitas le pregunté
que me explicara ese concepto tan extraño.
Dibujó un círculo en el piso de tierra de mi cabaña
y entonces reconocí como dos triángulos en intersección,
para hacer el trono de Salomón convertirse en la estrella de David.
Dijo que había muchas tierras que nosotros, en esta parte
del mundo, no conocíamos. Muchas de ellas tenían puntos que
correspondían a los del Sello de Salomón. Al ir a estas
zonas se aseguraba que su tarea tendría unas raíces más
profundas en el suelo de este mundo.


Siete

De todas las veces que él me visitó, la que
recuerdo más intensamente es la vez que vino
cuando Sar´h había venido a visitarme.

Acababa de quedarse embarazada y deseaba
verme para que la bendijera y yo estaba
emocionada de verla a ella y a sus compañeros de viaje.

Había enviado aviso de su llegada
a través de los Druidas, pero me llegó
solo un día antes de que llegara ella. Estuvo
conmigo tres días y Yeshua apareció la segunda noche.

No sé si os podéis dar cuenta de lo extraño
que era. Porque Sar´h no había visto nunca a su Padre
ni Yeshua a su hija ¡Y ahora se reunían por primera vez!
Y el cuerpo de su padre había vuelto a los elementos
en un relámpago de luz en su resurrección
por lo que ahora estaba en su cuerpo Ka que emitía un tipo de
luz inconfundible.

Ambos se emocionaron, Sar´h hasta las lágrimas
y Yeshua hasta un gran pathos. Estuvieron juntos
una hora, sólo ellos, caminando fuera.
No se lo que hablaron pero
desde que comenzaron hasta que
acabaron el cielo se llenó de estrellas fugaces.

Antes de que Yeshua se marchara aquella noche, justo
antes del amanecer, como solía hacer, puso sus
manos sobre el estómago de Sar´h y bendijo
al niño. Sar´h se marchó al día siguiente plena de
un inconfundible sentimiento de paz.

De este modo os he contado lo que deseaba deciros
sobre mi vida como madre y ahora volveré
de nuevo hacia mi historia como una Iniciada,
a las Alquimias de Horus, a los secretos de Isis.


Ocho

Me refiero ahora a mi hermana amada, mi hermana en
el Espíritu, la madre de Yeshua, también conocida como María.

María fue una alta Iniciada en el culto de Isis,
y había sido instruida en Egipto. Esa es la razón
por la que José y ella huyeron de la ira del rey
de Israel, se dirigieron a Egipto;
ella se sentía segura allí entre las Sacerdotisas
y Sacerdotes de Isis.

Su instrucción fue diferente a la mía,
pero ambas servimos a lo mismo. Para explicar
mi visión de María, debo
referirme a uno de los más profundos secretos del culto
de Isis. Según se creía y mantengo que
es verdadero, bajo ciertas condiciones,
la misma Diosa podría ella misma encarnar, bien
al nacimiento o a través de una Iniciación espiritual.

María, la madre de Yeshua, cuando era
muy joven, fue reconocida por las grandes Sacerdotisas
del templo de Isis, por su pureza de espíritu.
Fue adiestrada como Iniciada y alcanzó los niveles más altos.
Pero más allá de convertirse en una Sacerdotisa,
fue instruida para convertirse en lo que se llama
una Encarnada.

Ser una Encarnada es ser un alma altamente
avanzada y requiere pasar por una disciplina
y una instrucción espiritual tremenda.
En una Iniciación final, María se convirtió en el recipiente de
un flujo de energía que provenía de la misma Isis.
En este aspecto, era la corporeización
de la Madre Cósmica. Era como si hubiera
dos-Marías, la humana, pura de espíritu y de corazón,
albergando dentro de ella, una entrada directa
hacia la Gran Madre, la Creadora de toda materia,
del tiempo y del espacio.

De este modo, digamos que la mesa estaba dispuesta,
para la concepción de un ser de cualidades remarcables
que se convertiría en su hijo, Yeshua.

Cuando María pasó por lo que la Iglesia
refiere como Inmaculada Concepción, ella
era testigo de un proceso de inseminación
galáctico y Celestial, por el que el Principio
del Padre, o Espíritu como nosotros llamamos a esto
en el culto de Isis, transfirió su esencia a Isis,
la Madre que recibe la semilla del Padre-Madre
recibiendo el impulso del Espíritu. Y esta
potente y altamente refinada energía espiritual,
se aposentó en el útero de María y dio nacimiento a Yeshua.


Nueve

María estaba junto a los apóstoles cuando vinieron hacia mi
en el pozo. Ella inmediatamente me reconoció como
una compañera Iniciada por el brazalete de la serpiente de oro
que llevaba en mi brazo y por el Sello de Isis
que brillaba dentro de mi cuerpo Ka, porque María
era bastante clarividente y psíquica.

La primera persona con la que mis ojos se encontraron fueron
los de Yeshua, y como ya dije, me sentí transportada a
otros mundos en su inmensa presencia. La segunda
persona que vieron mis ojos fueron los de su madre.
En ellos aparecían el reconocimiento y
la comprensión de mi estado como compañera Iniciada
del culto de Isis, y aunque su instrucción no
había sido en la Magia del Sexo, como lo fue el mío,
se dio cuenta de que había sido preparada para Yeshua.

Entre ellos dos, me sentí elevada en las alas del
amor trascendente. Sentí a mi espíritu volar muy alto.

Irónico entonces que los siguientes ojos que encontré fueron
los de los discípulos de Jesús, que me juzgaron como una puta
e incontables generaciones me han considerado de este modo.

Sin embargo, a los ojos de Yeshua y a los de su madre,
no era una puta sino un claro vehículo de los poderes
sanadores y sustentadores de la propia Isis.

Llega un momento en la vida de un hombre, sea humano o divino,
en que su madre no puede darle la esencia de lo que necesita.
Su amor continua, pero lo que se requiere
es el alimento desde otra mujer. Yo era esa mujer.

María me reconoció a mi y mi papel y mi status
Y me entregó a su hijo en aquel momento del pozo.

María y yo pasamos mucho tiempo juntas, tiempo
en el que dialogábamos sobre la tarea de Yeshua,
sus necesidades y mi lugar en su vida. Estaba
claro que yo era una servidora de un poder mucho mayor.
Había sido preparada para ello, pero debo deciros
que la fuerza de ese reconocimiento aún me estremece.
Todavía tiemblo al reconocerlo.

En todas aquellas noches y días juntas,
María y yo atendíamos a las necesidades de Yeshua
y de sus discípulos y en aquel periodo nos hicimos
muy cercanas, la amaba -y la amo todavía-
por su belleza física, la pureza de su corazón
y de su espíritu y la amabilidad que dispensaba
a todo el mundo.

Desde mi propia comprensión, puedo deciros que María,
habiendo servido como vehículo de Isis como
una Encarnada, fue una Maestra muy avanzada,
pero ahora tras haber servido en todo ello, su maestría
y perfección, -su perfección espiritual- es asombrosa.


Diez

Ella existe en el seno de los niveles celestiales,
su compasión y amor fluyen de modo constante
para todos los humanos. Está disponible para todos,
sin tener en cuenta sus creencias. Cuando alguien la requiere,
sabed que ellos son escuchados 
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Algunos videos

El evangelio de Tomás y de María Magdalena: la historia jamás contada

El manuscrito de María Magdalena

Historia prohibida: el linaje secreto de Jesucristo


lunes, 28 de noviembre de 2016

El principio-niño en la psicología oriental




A continuación se estudia una introducción a ese estado que hay antes de la formación de la mente racional y analítica que es común a todos los seres humanos en su infancia. 
Todas las funciones cerebrales son necesarias, pero al
mismo tiempo que se van instalando y usando en la vida cotidiana del niño, por la misma vía de entrada, accede la programación artifical y todos los vicios adquiridos de la mala educación y el sistema. Así se crea la fábrica de deshauciados que pulula por el mundo, a la vista de las estadísticas, así como la confusión y el desorden mental que nos afecta a todos.
El comienzo para ordenar la tremenda programación a la que usted ha sido sometido a lo largo de los años empieza aquí y ahora. En futuras publicaciones se darán más detalles y claves adecuadas.

Nota: la palabra principio significa aquí esencia, sustancia o base, como en química sería el componente base y responsable de todas las reacciones posteriores. 
Al hilo, reseñar que "en el principio" (bereshit en hebreo) al que alude Génesis 1:1 no se refiere al inicio de algo sino al componente base de la creación. De no respetar el idioma original traduciéndolo malamente surgen teorías ridículas en diferentes religiones, pero esto es otro tema.

La palabra "ignorancia" debe usarse en el sentido de receptividad plena, vacío, no en su sentido usual despectivo. La utilidad de una ventana está en su vacío...


Extracto de una conversación esclarecedora, una especie de lección cero, por el maestro Maruti en 1979, procedente de archivos personales:
  • Cuando nace un niño, es solo una forma inofensiva de carne y huesos y todo inocencia. No tiene ninguna mentación, pero tiene el instinto de comer, evacuar y llorar.
  • A su debido tiempo, este paquete de carne desarrolla la capacidad para el conocimiento y la acción.
  • Gradualmente, la cognitividad "yo-soy" es sentida por él y esta es seguida por la mente.
  • Esta sensación de yo-soydad" antes de la formación de la mente es el principio-niño ignorante, llamado el estado bala-krishna.
  • Es este principio mismo el que es la fuente o el fundamento sobre el que la infancia se desarrolla en niñez, en adolescencia, y así sucesivamente, sufriendo cambios físicos y fisiológicos constantemente.
  • Eventualmente se alcanza la hombría, cuando todas las facultades físicas o mentales llegan a su cima. ¿Cuál es la raíz de todos estos logros?
  • Es solo ese principio-niño ignorante que se ha desarrollado con un crecimiento exclusivamente desde dentro hacia afuera.
  • Durante su crecimiento hasta su madurez y más tarde, recibe, registra y reacciona a todas las impresiones a todos sus sentidos y de la mente.
  • Pero todo esto acontece solo después de que se conoce a sí mismo.
  • Su concepto erróneo del conocimiento consiste en recoger información e ideas desde el exterior a través de los cinco sentidos de conocimiento o percepción.
  • Entonces usted da esta información a otros como un conocimiento importante y ellos son fascinados por él.
  • Pero cuando hablo sobre el conocimiento, no me refiero a esto, sino al conocimiento de que usted es, a su eseidad, al principio-niño o al estado bala-krishna, que es la causa raíz de todas sus adquisiciones, tanto espirituales como mundanales.
  • Usted debe intentar comprender lo que es este principio-niño. Yo solo trato de esto y no de su supuesto conocimiento ganado externamente a través de los sentidos. 
  • Este principio balakrishna tiene un gran potencial, él es la química que puede desarrollar una memoria fotográfica, puede retener y reproducir todo lo que ha sido leído u oído una sola vez.
  • Esta es la capacidad innata del principio-niño ignorante, del no-conocimiento de balakrishna.
  • Aquí "bala" significa la esencia del alimento, el cuerpo de niño y "krisna", significa "no-conocimiento", es decir, ignorancia.
  • Pero tiene el potencial para recibir, responder y reaccionar.
  • Usted no está haciendo nada, todo esto está aconteciendo espontáneamente en usted. Si quiere comprender el profundo significado de debajo de todo esto, vaya a la fuente misma, a su eseidad y aférrese a eso, pero sobre todo, no amontone conceptos.

Lectura relacionada (extraída de Homenaje a Nisargadatta)

"La consciencia tiene que saborear la consciencia, la sensación «siendo». Cuando ella se saborea a sí misma, cuando ella se empapa completamente de sí misma, solamente entonces hay vuelta a la normalidad."

R: Mientras usted está cogido en la sensación de este mundo manifiesto usted no tiene tiempo de ver la raíz. La raíz es esta consciencia reflexiva, esta sensación «siendo» que apareció cuando usted era un niño. La raíz de todas las actividades que usted está haciendo ahora es ese momento cuando usted era un niño. En ese niño, la cualidad más importante, la química «siendo», tomó la fotografía. Desde ese momento, usted comenzó a juntar conocimiento y sobre eso sus presentes actividades están aconteciendo.
Las gentes están tan interesadas en mis palabras que nadie intenta realmente ver lo que esa conscien-cia niño es. Solamente cuando usted está establecido en la consciencia, en la sensación «siendo», puede usted saborear esa consciencia niño. Esa es la única manera.
P: La consciencia niño implica una retrogresión, cuando es comparada a la consciencia hombre. Cuando en ese estado no hay ninguna consideración de consciencia niño u hombre, hay sólo ser, sólo sensación «siendo» —no hay ninguna otra indicación dada.

R: No hay ninguna diferencia en la consciencia niño y la consciencia hombre, no hay ninguna diferencia en la sensación «siendo» niño y la sensación «siendo» hombre.
Cuando algo es comprendido, uno realmente no lo entiende hasta que un nombre es dado y entonces uno dice que uno ha comprendido. El nombre no es la cosa. Padre, madre e hijo son tres en nombre, pero los tres juntos representan la misma cosa. Lo que es, es uno solamente, ello es, y los tres son solamente nombres y números dados a lo que es básicamente una sola cosa. La unión de prakriti y purusha es mí mismo; prakriti y purusha son sólo nombres —ellos no son formas. Ello es como la sal, el sentido del gusto, y el sabor salado, tres en nombre y número, ¿pero quién es el saboreador del sabor salado? Sin mí mismo, ¿dónde está el sabor salado, la sal y el sentido del gusto? Este punto está dirigido solamente a aquellos que están seriamente interesados.
El Jack fruit es un fruto muy grande con una gruesa piel y pinchos puntiagudos por fuera. Dentro está el fruto, y dentro de eso está la semilla. Uno usa el fruto, y la semilla que es capaz de producir más fruto está ahí. El cuerpo humano es lo mismo, lo que está afuera es meramente la cáscara, lo que uno usa es la sensa-ción «siendo» dentro. La semilla puede ser usada para reproducir, y la fragancia, el sabor «sensación sien-do», se quiere a sí mismo y quiere continuar a toda costa. En todo esto, ¿dónde está usted?

Antes de que esta forma apareciera no había ninguna forma; yo no voy a decir que entonces usted era sin forma, debido a que entonces no había ningún usted; ¿quiere eso decir que usted no era? No. Eso quie-re decir solamente que usted no se conocía. Entonces, espontáneamente la forma hizo acto de presencia, y con ella la sensación «siendo» fue sentida, y cuando la forma estuvo ahí hubo un anhelo natural de volver al estado en el cual la forma no es; no un estado en el cual usted no es, sino el estado en el cual la forma no es. Si no hay forma no hay sensación «siendo»; si no hay sensación «siendo» usted no sabe que usted es; si usted no sabe que usted es, ¿dónde está usted entonces? Cuando usted quiere volver al estado sin deseo, al estado sin forma, solamente entonces usted viene aquí, a la sensación «siendo», a ver lo que usted es. La consciencia tiene que saborear la consciencia, la sensación «siendo». Cuando ella se saborea a sí misma, cuando ella se empapa completamente de sí misma, solamente entonces hay vuelta a la normalidad.


Nisargadatta Maha-Raj

jueves, 24 de noviembre de 2016

La ciencia del cotilleo

Crónicas de la ciudadana preocupada, imagen y texto de Aglaia Berlutti, excepto intro en cursiva

Nota: a pesar de lo que la imagen de portada pueda inducir, el cotilleo es más practicado por hombres que por mujeres y con más maledicencia teniendo en cuenta que generalizar es muestra de ignorancia. Como muestra dos botones, un texto muy antiguo, el Chandogya upanishad dice que los hombres son chismosos y pleitistas, y en tiempos modernos no faltan estudios que lo corroboran como puedes ver en este video 

 Desde una óptica venezolana, aplicable a cualquier país o situación, este artículo presenta algunas de las múltiples variantes por las que discurren las corrientes venenosas de los prejuicios, el juicio a la ligera, el chismorreo, el cotilleo, el rumor, el comadreo, la comidilla, el badajeo, la murmuración, el cuchicheo y la intriga.
Todos saben lo que es ese aparato conocido como la máquina de la verdad. 
Y la máquina de la mentira es la imaginación, sobre todo en lo que se refiere a la vida interna o externa de los demás... 
No confundir intuición con inducción, ni el calor que cocina con el que quema. 

Texto
Mi abuela solía decir que Venezuela es un país chismoso. Pienso en esa frase mientras escucho el décimo rumor sobre “un golpe de Estado”que probablemente ocurrirá en días —incluso horas— según quien lo difunda. En esta ocasión, se trata de dos de mis vecinas, quien conversan sobre el tema mientras aguardamos el ascensor.
—Mira, ya me lo dijo mi primo, que tu sabes trabaja para un “pesado”: Esta vaina va a estallar ya —murmura la primera, mirando sobre el hombro como para asegurarse yo no sea parte de algún organismo de seguridad. Cuando comprueba que sólo soy la mujer pálida del décimo piso, se inclina de nuevo hacia su interlocutora—. ¡Los militares no aguantan nada ya!
La otra mujer sacude la cabeza, frunce la boca con preocupación. Se inclina y responde. A la distancia donde me encuentro solo escucho la frase “Militares que finalmente les duele su país” y “Ya mismo”. No necesito escuchar más. Me alejo un par de pasos y finjo revisar mi teléfono celular para evitar me incluyan en su animada tertulia.
Sí, Venezuela es un país chismoso, pero además, herido de desinformación. De manera que no resulta extraño que ante el vacío de fuentes oficiales, de la tan cacareada información “veraz y oportuna”, el de boca en boca, el rumor de pasillo y por supuesto, esa gran conversación de las redes sociales sustituya la noticia. ¿A dónde acude una población que no tiene acceso real a fuentes noticiosas confiables? ¿Qué toma por cierto un país donde la propaganda ideológica sustituyó el hecho verosímil? No se trata sólo de un método de supervivencia en medio de una gravísima crisis social y económica, sino una forma de expresar el profundo descontento y frustración que la mayoría de los venezolanos padece. Esa sensación que nos encontramos al borde de lo inimaginable: un conflicto de proporciones imprevisibles o quizás, la mera destrucción del concepto de país como hasta ahora, lo conocemos.
Cual sea el caso, el motivo o la consecuencia, el rumor está en todas partes. Mucho más, a medida que la situación se hace más caótica, incontrolable y peligrosa. Por décadas los venezolanos nos hemos acostumbrado que las habladurías de pasillo —las tan conocidas versiones de “tubazo” o incluso ideas tan simples como comentarios a los que se le atribuye veracidad— no sólo sean una manera de comprender el acontecer nacional, sino de dibujar el mapa de la incertidumbre. ¿A qué tememos los venezolanos? ¿Qué esperamos en medio de un caos país cada vez más agudo y generalizado?
Cuando me subo en el ascensor, el dúo de ancianas continúan conversando sobre lo que vaticinan sucederá en Venezuela a no tardar. Hace años, escuché conversaciones parecidas antes que Hugo Chavez Frías finalmente admitiera su gravísimo estado de salud. Semanas de tensión y de interminables chismes y versiones sobre la enfermedad que sufría, lo que podía implicar para Venezuela, incluso sus inmediatas consecuencias políticas. Recuerdo que jamás creí a ninguno: Luego de crecer en un país donde el chisme es parte de la idiosincrasia, los comentarios sobre el cuadro médico de Chavez me parecieron otra exageración, otro de esas nociones distorsionadas sobre la posible salida política a una circunstancia política incierta. Por eso me sorprendió cuando finalmente, Chavez decidió no sólo confirmar lo que buena parte del país comentaba en voz alta —y daba por sentado— sino además, dejar en claro que el rumor en Venezuela, había pasado a ser la fuente de información por excelencia.
Tengo una imagen muy clara de la noche en que Chavez anunció que padecía de un gravísimo tipo de cáncer. De pie, frente a un podio de madera, con el rostro ceniciento, de pronto parecía no el caudillo de mil batallas dialécticas que por tanto tiempo uso su carisma como arma de segregación y discriminación, sino un hombre aterrador. Mortalmente aterrado, además. Calculé la gravedad de su enfermedad —que no especificó ni tampoco explicó— por esa expresión de derrota, las mejillas blandas y curtidas, la boca apretada en un rictus de espanto. Lo miré y de pronto, sentí una rara sensación de compasión por un hombre que durante más de quince años había insultado, provocado un peligroso odio clasista en mi país, había transformado a Venezuela en un fallido experimento ideológico. Ahora, sólo era un hombre aterrorizado. Vulnerable, como todos.
Fue la noche que también asumí que la información y la noticia, como hasta entonces la había conocido, había muerto en Venezuela. Lo había hecho porque de pronto, no sólo los rumores habían resultado ciertos, sino que además habían alcanzado un grado de importancia inédita. La idea me produjo miedo y algo muy parecido a una sensación de pura desazón. De pronto, me pregunté qué ocurriría de ahora en más, cómo afectaría esa percepción sobre la realidad o no, en la Venezuela sacudida por la noticia como herramienta de guerra y control.
Porque de eso se trata todo, ¿no? pensé en muchas ocasiones, mientras los meses avanzaban y el panorama político se hacia más incierto, al parecer irremediablemente ligado a la salud de Chávez. De la capacidad del Gobierno para usar la información como propaganda y más allá de eso, una forma de presión y destrucción de nuestra percepción de la verdad y la realidad. Esa manera de construir una forma de percibir al país a conveniencia y sobre todo, al servicio de los intereses del poder establecido. Una vuelta de tuerca al concepto del uso del poder como puño de hierro: Una forma de restringir la libertad de pensamiento y de expresión.
Tal vez por ese motivo, nos lleva tanto esfuerzo definir lo que es real y lo que no es real en Venezuela. Que es la verdad o que simplemente se trata de una interpretación de lo que podría ser. ¿Qué es un rumor sino una noticia que no se verifica, que carece de certeza pero que podría ser real? ¿En cuántas ocasiones nos ha ocurrido que leemos una noticia solo para descubrir que se trató de rumor infundado que se tomó por cierta? A veces pienso que J. Goebbels estaría satisfecho, de comprobar de manera fidedigna que su certeza que “una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad” se cumple a diario y al pie de la letra en Venezuela. Y esa disyuntiva de en qué creer o que no creer, en un país sometido a la censura, donde el gobierno pregona la hegemonía comunicacional, resulta preocupante. ¿Cómo podemos analizar la información que se comparte y se toma por cierta en redes? ¿Existe una manera infalible de verificar la autenticidad de las noticias e informaciones que leemos a diario? ¿A quién podemos creer en esta Venezuela donde la información no es otra cosa que una idea sujeta a intereses muy diferentes a los de difundir una versión creíble de la realidad? Lamentablemente, no existe un método concreto para hacerlo y todo depende de nuestra capacidad de análisis —y de credulidad, vamos a admitirlo—, con respecto a la información que nos llega por cientos de manera distintas. Y lo que es aún peor, qué tan preparados estamos para comprender que en Venezuela, la verdad es una forma de manipulación que pasa no sólo por un refinado proceso de manufactura política, sino que además, es una herramienta del poder para la violencia. Peor aún, no existe una manera de evitar convertirte en un vehículo de transmisión de la información falsa, en un mero rebotador del rumor institucionalizado. Lo que si podemos ejercitar es el músculo del análisis y un cierto cinismo que nos permita controlar —definir— la veracidad o no de la información y aún más, lo que comprendemos sobre ella.
Cuando me bajo del ascensor, el par de ancianas continúan debatiendo enfurecidas sobre el destino político del país. Percibo el miedo en ellas, una angustia indefinible. Pienso en las ocasiones en las que las he visto, haciendo largas filas bajo el sol del mediodía para comprar alimentos. En su rostro aterrorizado por las calles destrozadas, en la esperanza quebradiza y triste con que han sacudido cacerolas desde su ventana. ¿No es el rumor una especie de asidero a la realidad que aspiramos? ¿Un deseo insignificante? ¿Una forma de enfrentarse a la realidad?
Me aterroriza la idea de ese consuelo incompleto, básico, infantil. De la forma como nos enfrentamos a una situación cada vez más dura, violenta, caótica. A los meses que anuncian una crisis aún más profunda. Me aterroriza el pensamiento de esa percepción infantil de la realidad. Del país adolescente cayéndose a pedazos que intenta detener la debacle sosteniéndose sobre algo tan frágil como una mentira a medias.
Se trata de un pensamiento inquietante. Lo medito cuando reviso algunos mensajes que recibo en las app de mensajería instantánea y que de nuevo, insisten en predecir un “final” para la situación que vivimos. Que hablan y describen una transición incierta, unas esperanzas fundadas sobre algo tan incompleto como una opinión política. Se debate en redes sociales, se difunde en calles y casas. El rumor, que en Venezuela parece ser la única fuente de información fidedigna está en todas partes, parece subsanar las fallas de estrategia, de organización y de propuestas.
Hace unos días, alguien que conozco me telefoneó para hablarme sobre un grupo de panfletos que supuestamente alguien había introducido en el cuartel Militar de Fuerte Tiuna. En esta ocasión, el rumor tiene además una supuesta prueba irrefutable: una imagen descolorida de una hoja de papel torpemente redactada que llama a la sublevación militar. Escucho la historia completa con una sensación de profundo desaliento y tristeza.
—¿Estás viendo? Ahora sí, vendrá lo “bueno” —me dice mi interlocutor, exaltado—. Es que definitivamente aquí va a pasar una “vaina”.
No respondo. ¿Qué puedo decir a eso? Lo he escuchado tantas veces, de tantas maneras distintas. Ese “conflicto” misterioso que parece anidar en el inconsciente del venezolano. Ese golpe de efecto que al parecer nace del trauma del 27 de febrero del 92 y que aún subsiste en una generación herida y aterrorizada. Pero además hay algo más, esa insistencia en creer con una inocencia peligrosa en las soluciones de fuerza. En esa demostración a viva voz que luego de diecisiete años de penurias no hemos aprendido la lección histórica.
—¿No te parece que hora si se prendió “la vaina”? —insiste mi interlocutor.
—No, la verdad es que no.
—Pero estos panfletos son reales —me dice escandalizado— no es un rumor, es algo que pasó.
No sé cómo explicarle las contradicciones del planteamiento, contenidas en una hoja de papel sin origen conocido. No sé cómo expresarle mi profunda preocupación por el hecho que el país parezca más interesado en imaginar epopeyas callejeras con resultados heroicos que planteamientos viables para la resolución del conflicto que atravesamos. Que en realidad el rumor, la idea de los militares como salvadores no es más que una nueva encarnación del dolor país, de la angustia abrumadora que nos sofoca a diario.
—Nadie nos va a salvar de esto así de sencillo —digo por último, en tono neutro; tan cansada que siento deseos de llorar—, nadie vendrá a “rescatar” a Venezuela. Lo que sea que nos espere será largo, trabajoso, implicará sufrimiento y muchísimo circunstancias graves. No es sencillo y no hay manera que lo sea.
Cuando mi amigo cuelga el teléfono, recuerdo aunque no sé exactamente por qué, la noche del 10 de abril del 2002. Me encontraba junto a una de mis primas, escuchando las declaraciones nerviosas de voceros políticos, mientras Caracas se preparaba para asistir a una nueva demostración de fuerza callejera. Mi prima me miró preocupada cuando le expliqué que iría a la manifestación. Me sobresalté.
—¿Te parece ocurrirá algo? —le pregunté. 
—No lo sé. No lo creo… pero me preocupa tanta tensión.
No sé por qué recuerdo ese momento en que pensé que el país bullía en malestar político y que eso podía ser peligroso. En esa sensación de entender muy poco, el proceso que se estaba desarrollando en la lucha política. Había rumores, tantos como para comprender que la situación era complicada y dolorosa. Pero aún así, no sentí miedo. Nadie sabía en realidad que podía ocurrir al día siguiente, luego de casi un mes de enfrentamientos y protestas. Pero recuerdo que no sentí una especial preocupación por los comentarios que hablaban sobre enfrentamientos callejeros. El rumor sólo era eso: un síntoma del nerviosismo, el pasatiempo nacional. Nadie podía prepararme para lo que ocurriría horas después, ni siquiera un rumor insistente.
Me hace sentir escalofríos el temor que siento ahora, la sensación que me provocan los incesantes comentarios sobre el futuro político del país. La crasa diferencia entre esa noción del rumor como inexacto y la que me abruma ahora, más parecido a un anuncio mal intencionado, un arma del poder. ¿Cuándo el país se convirtió en este enfrentamiento de opiniones sin sentido? ¿Cuándo abandonamos toda lucha por refugiarnos en el temor?
Una vez leí que George Orwell, autor de “1984”, insistía que los rumores se convertían en vehículos de horror. Que escucharlos, te preparaba para lo que bullía en las entrañas de los conflictos. Un pensamiento que el escritor y periodista medito durante su largo periplo como testigo de la Segunda Guerra mundial. Lo pienso mientras recuerdo lo mucho que me asustó leer esa idea y después, comprobar sus alcances en las distopias del escritor. En ellos, Orwell describe una sociedad donde el temor es el lenguaje político por excelencia y la ignorancia, una de las bases donde se sustenta un estado opresor. Porque en Oceanía —el continente imaginario donde transcurre 1984—, la critica es un crimen, la oposición a las ideas del Gran Hermano —la punta de la pirámide que Gobierna la sociedad Orwelliana— impensable. El rumor se reprime. Pero subsiste, se esfuerza en sobrevivir, sin lograrlo. Porque el poder solo tiene un sentido y el odio está en todas partes. Y el ciudadano se debate entre obedecer por deseo, por necesidad, por temor, por una visión utópica de alcanzar el perfeccionamiento a medida que asume su lugar bajo el puño de hierro que lo controla. El miedo como lenguaje, el poder como sistema. La ignorancia como valor.
La información, lo que sabemos, lo que se oculta, como arma de guerra.
No es que el Gobierno Bolivariano haya sido hasta ahora muy tolerante con la opinión, en ninguna de sus formas. Mucho menos ahora, que la situación es tan crítica que empuja hacia una resolución quizás inevitable. Como toda visión militarista de la política que se precie, a la Revolución chavista le molesta y le incomoda la opinión disidente. Incluso si sólo se trata de rumores de pasillos, de la percepción de la realidad. Se enfrenta a la idea usado el mismo rumor como vehículo de una serie de mecanismos de coacción y quizás de medio. Eso, luego de convencerse que incluso la información informal era peligrosa. Al principio, durante esa sorpresivamente corta Luna de Miel de Hugo Chavez Frías con los medios de comunicación, la idea de la oposición argumental —e ideológica— era una especie de anécdota cultural. La calle opinaba —a favor o en contra del Gobierno— y el Líder carismático reía a carcajadas con su audiencia. Eran tiempos de un Chavez dicharachero y juguetón, que bromeaba frente a las cámaras con las criticas y las furiosos argumentos en contra de su proyecto. El país rebosaba de una bonanza falsa —pero bonanza, al fin— y padecimos la ventolera de confiar de nuevo en la promesa del “Hombre fuerte”. Todo tenía que cambiar, transformarse, en esta revolución “de ideas” que muy pronto anunció que “ era pacífica pero estaba armada”. Más adelante, Chávez dejaría muy claro que los “rumores” eran también una forma de ataque a esa sempiterna idea de control. De pronto, incluso los inofensivos comentarios vía Redes Sociales parecían una forma de amenaza para un gobierno obsesionado con la información y su difusión como una forma de ataque a su percepción sobre el control ¿Se trataba de la violencia sugerida? ¿O de la idea que el gobierno dejaba bastante claro la Revolución continuaría incluso cuando la historia cotidiana tratara de detenerla? Cuando la información se convirtió en motivo de ataques e incluso se volvió directamente un delito, comprendí el verdadero sentido de noción sobre la censura que resumió la ideología del gobierno. Más tarde entendería que se trató del primer anuncio contra la libertad de pensamiento, tan peligrosa para cualquier régimen con aspiraciones totalitarias.
Mientras recorro mi timeline de Twitter, los rumores saltan de todos los lugares imaginables. De cuentas anónimas, de otras tantas que expresan el temor a la incertidumbre. De visiones moderadas y radicales del país. Todas coinciden en predecir el desastre, el final, la culminación de una larga agonía. Lo mismo ocurre en Facebook, donde hay toda una visión de la situación distorsionada por el temor, una agridulce esperanza, la velada insinuación que la violencia es la única respuesta a la crisis. Y los rumores lo reflejan, lo difunden, lo ponen en la palestra de la atención pública. Son un preocupante termómetro de la situación nacional.
Se suele decir que a pesar de la creencia popular, no existe un “fondo” a donde llegar en medio de una crisis. Que una situación puede empeorar tantas veces como para destruir la visión de esa idea de límite de la gravedad de lo que podemos vivir. Pienso en eso mientras miro una enorme pancarta descolorida del difunto Presidente Chavez, sonriendo al futuro, entre trozos de papel amarillento. Y pienso que tal vez, esta Revolución quebrantada y que insiste en reescribir la historia, se propone conservar el poder viviendo para siempre como una visión de la realidad. Del terror hacia la incertidumbre que soporta una población cada vez más aterrorizada y desesperada. La búsqueda de una alternativa inexistente. Y me pregunto, no sin cierto sobresalto, si el rumor no sólo es el reflejo que vivimos sino del país que realmente soportamos. Una paisaje deformado de lo que asumimos es real.
Me asusta no tener respuesta para eso.
Quizás no exista una, en realidad.